
La recompra de acciones es la operación donde una compañía adquiere acciones para sí misma en el mercado con el fin de amortiguarlas, siendo un manera que tienen para retirar sus propias acciones del mercado de valores y, en consecuencia, de la negociación. Algo que puede ser bastante beneficioso si la empresa intenta protegerse de posibles daños financieros. El importe invertido en la compra se recoge con signo negativo en el balance de la compañía, restándole los fondos propios, con España teniendo cómo límite máximo de la autocartera un 10% del capital.
¿Por qué la recompra de acciones es más ventajosa para la compañía que para el accionista?
En la recompra y amortización de acciones el accionista que ha hecho una inversión, no recibe nada de los dividendos que se han generado por el rendimiento del capital mobiliario de la empresa, ni tampoco es capaz de tributar. Así que, la compra y amortización de acciones resulta mucho más ventajosa para la compañía que para los accionistas.
Por una parte, la salida de caja por la compra de acciones se produce de manera gradual a lo largo de varios meses con una menor tensión para la tesorería de la compañía. Mientras que, por otro lado, la recompra continua de acciones permite poder apoyar el precio de la acción en el mercado en momentos de debilidad, así cómo mandar un mensaje positivo para el mercado, al considerar sus acciones baratas.
Otra ventaja que tienen las compañías es que sus acciones pueden terminar por ser incluso más atractivas, al amortizarlas y reducir su número. Esto aumenta el beneficio por acción, reduciendo todos los múltiplos por acción, haciendo que, cómo consecuencia, las acciones sean más baratas, por lo menos cosméticamente en términos de números. Aunque, hay que decir, el incremento del beneficio por acción no surge por un crecimiento del beneficio, sino porque se divide por un número menor de acciones.
Ahora bien, se podría decir que son los llamados “accionistas de control” de una compañía los mayores beneficiados de los programas de recompra y amortización. Pues, en la medida que el número de acciones que poseen se mantienen iguales, la reducción que poseen del número total de acciones les permite aumentar su participación porcentual, sin necesidad de invertir más de su dinero, motivo por el muchos consideran que estos programas pueden ser incluso más beneficiosos para los directivos que para la misma empresa.
¿Qué desventajas tiene la recompra de acciones?
Si bien, los beneficios recibidos son diferentes dependiendo los accionistas y la empresa, existen ciertas desventajas que ambos enfrentan por igual. Una de las más presentes es que en el proceso de recompra, la compañía podría terminar por pagar un precio más elevado al que debería por readquirir sus acciones, perjudicando a los accionistas al no recibir los mismos dividendos.
Además, está el riesgo de que si se produce una caída en el precio de las acciones al intentar readquirirlas, la compañía pierda cierta confianza en el mercado, haciendo que muchos inversores se retiren y los valores decaigan aún más, trayendo graves consecuencias para los accionistas restantes. Por lo cual, es importante hacer una planificación detallada antes de iniciar este proceso.